Checa los consejos que te da Enrique para salir de closet a tus padres.
¿Por qué y para qué hay que decírselos?
Es importante que tus padres sepan cómo te sientes y cómo vives en tu entorno en todos los aspectos de tu vida, sobre todo en tu orientación sexual pues esta tiene un gran impacto en tu ser. El miedo siempre será tu peor enemigo y según la educación de tus padres, tomarías la decisión de decirles o no, tu inclinación sexual, pero inevitablemente es algo que tarde o temprano tendrán que saber. Comunicar tu orientación sexual con tus padres es sumamente importante, pues el apoyo moral y el cariño que ellos pueden ofrecerte es vital para sobrevivir los abusos de la sociedades e individuos intolerantes a la comunidad gay. Muchos padres saben de tu orientación sexual sin que se los digas, sobre todo tu madre, ellas siempre saben. Si no ves ninguna hostilidad de parte de tus padres, están listos para escucharte.
Estar preparado.
Estar preparado significa que conoces muy bien cómo te sientes con tu orientación sexual y estás cómodo con ésta, es decir, que las has experimentado y aprobado, que te has dado cuenta que es algo completamente natural para tu ser. Puede haber confusión pero ésta desvanece con el apoyo de personas que ya han estado en tu lugar y con las que puedes platicar, o buscando ayuda profesional si es posible. Estar preparado significa que conoces a tus padres y tienes una idea de cómo van a reaccionar. El temor al rechazo es totalmente válido y eso puede detenerte a salir del clóset o ser más precavido al tema y planear la mejor estrategia para enfrentarlos. Asegurarte de encontrar el valor para confrontar el tema y estar consciente de las consecuencias. Tener amigos o familiares que ya sepan tu orientación sexual y estén de tu lado puede ser vital para lidiar con una respuesta negativa de tus padres.
Escribe lo que dirás.
Recrear el escenario puede ser una herramienta útil para cuando llegue el día en que hables con tus padres. Escribir tus ideas, cómo te sientes sobre esto, hacer una crónica de los eventos o sentimientos que te hicieron ver tu orientación sexual de una manera clara, tus temores, tus satisfacciones y aquello que esperas de tus padres, es una manera sana de canalizar tus temores y por ende, encontrar la fuerza para proceder con tu plan. Imagina todos los posibles escenarios y planea de acuerdo a ellos para que cuando el día real llegue, sepas como actuar y no te sientas agobiado o aterrorizado por aquellas respuestas negativas.
Elige el mejor momento
Es muy difícil saber cuándo es el mejor momento, pero antes de que este llegue, de manera planeada o no, es importante que estés preparado. En teoría, el mejor momento es aquel de paz y tranquilidad en tu familia, cuando ya has explorado las posibles respuestas y sobre todo, cuando no tienes ninguna duda de tu orientación sexual. Pero la realidad casi nunca es así. Probablemente el mejor momento, es cuando tú te sientas a gusto con tu personalidad, con quién eres hoy, con lo que has hecho de tu vida y el orgullo de saber que no eres una mala persona y un buen hijo o hija. Esos elementos bastarán para salir adelante a pesar de un posible rechazo de tus padres.
Dilo claramente.
El mejor mensaje es aquel que se dice directamente y sin confusiones. Sin darle tantas vueltas al asunto, ve directo al grano en pocas palabras. Indiscutiblemente el miedo, los nervios harán esta tarea mucho más difícil, pero entre más pronto lo digas, más aliviado te sentirás de haberte quitado un peso de encima. Después, vendrá la etapa más difícil: la respuesta de tus padres, y una vez externada esta, entonces comienza la discusión, preferiblemente de una manera civilizada en el caso de una respuesta negativa.
Cuenta tu historia.
Es importante que cuando salgas del closet a tus papás, les des un contexto, en otras palabras, cuéntales tu vida, aquella que no conocen porque físicamente no están contigo todo el tiempo. Esos momentos en los que te encuentras solo y confuso, o en los momentos en lo que te encuentras y te amas. Háblales de tus amigos, de aquellos que te apoyan y te comprenden. Por muy fríos o negativos que los padres puedan ser, todo nos podemos relacionar con las historia de vida universales que como seres humanos compartimos y esto puede generar una empatía que funcione en tu favor con tus padres.
Escucha a tus padres.
Parte vital de la conversación es escuchar a tus padres. Dales tiempo de asimilar la noticia que le has dado. No presiones. Para algunos padres puede ser una verdadera sorpresa, para otros una simple confirmación de lo que ya sabían. Es el turno de ellos de saber qué hacer con esta información. Se paciente y dales su turno, responde a sus preguntas o dudas con toda calma y comprensión. Una vez que tengan una respuesta para ti, actuarás de manera acorde, evitando en lo más posible cualquier violencia verbal e incluso física. El objetivo para el bien de todo el grupo, es llevar la conversación de la manera más pacífica. Si tus padres son violentos, es obvio que no han entendido. No respondas de la misma manera, sólo complicaría más las cosas, sobre todo para ti. Cualquiera que sea su respuesta, no tienes más opción que respetarla y esperar que con el tiempo sean más comprensivos.
Brindar información factual y positiva sobre la diversidad sexual.
En un ambiente de tranquilidad posterior a la noticia que les has dado a tus padres, una herramienta positiva y bastante efectiva en resolver sus dudas o prejuicios, es la información. De ser posible, en el momento o días posteriores a tu salida del closet, proporciona datos, experiencias, folletos, libros o artículos que hablen y expliquen de manera objetiva el fenómeno de la diversidad sexual. Es importante educar a tus padres sobre este tema, pues las reacciones negativas siempre tienen su base en la ignorancia. Padres educados y comprensivos en esta materia, suelen ser amorosos y racionales y te apoyarán en todo momento. Entre más educación tengan, mejor será su aceptación a tu persona como miembro de la diversidad sexual.
Dale tiempo a tus padres.
En el mejor de los casos, tus padres te darán un abrazo y dirán que no hay nada de que preocuparse, que ellos te aman y siempre lo harán. Pero hay padres que necesitan tiempo para procesar la idea de que su hijo o hija es homosexual y esto puede tomar años. Cualquiera que sea la magnitud de una respuesta negativa de tus padres, con el tiempo las cosas cambiarán. Puede haber un rechazo inmediato y una violencia física o verbal brutal, esto no quiere decir que así será para siempre. Será muy fuerte y doloroso al momento y los meses posteriores, pero con el tiempo, y con la voluntad de tus padres de buscar información y eventualmente el amor natural de los padres hacia sus hijos, los puede cambiar en esos seres que tu hubieses querido que fueran el momento en que saliste del closet. Ten fuerza y paciencia que muchas veces, así como es de difícil para ti salir del closet, así de difícil puede ser para los padres aceptar la noticia.
Buscar alidados.
Como se mencionó antes, tener el apoyo de amigos u otros familiares es una ayuda invaluable en el caso de una respuesta negativa. Idealmente el día que hables con tus padres de tu orientación sexual, serían sólo ellos y tú, pero si un amigo o familiar cercano te puede proporcionar el valor para enfrentar este suceso, no dudes en tenerlos ahí. Salir del closet puede ser un evento terrorífico para muchos, no tiene nada de malo, buscar el apoyo moral de alguien más para que nos dé confort en el caso de que las cosas salgan mal o no previstas.